Durante el torneo de tiro de ardo en Somerset (Reino Unido), en el años 2012, Nathan Grindal de 34 años fue expulsado del estadio por su gran parecido a lo que muchos piensan que fue Jesucristo.
Este hombre se había dejado crecer la barba y el cabello y un buen día se le ocurre aparecerse en las tribunas de la final de este torneo, Situación que fue aprovechada para filmarlo y proyectarlo en las pantallas del estadio permitiendo a la multitud verlo y causando un gran asombro y una gritería como ninguna, ya que los más de 5,000 asistentes gritaban el nombre de JESUS.
La algarabía y el desorden fue tal que los organizadores le pidieron a Grindal que abandonara el estadio.
Pero lo más impactante de esta noticia fue que en el pasado mes de diciembre del 2013, este mismo hombre (Quien no aprendió la lección) decidió nuevamente asistir al torneo pero fue frenado por los agentes de seguridad alegando que no autorizaban su acceso al estadio para evitar otro desorden como el último vivido.